Ejercicio como derecho a la salud
De acuerdo con organismos internacionales, entre 62 y 64% de los panameños adultos está en sobrepeso y 27% está obeso. La situación es peor en mujeres que en hombres, y la situación en niños y adolescentes no es prometedora. Con la obesidad se incrementa el riego a padecer de enfermedades no infecciosas/ contagiosas como la hipertensión arterial, diabetes, enfermedad vascular e incluso ciertos tipos de cáncer.
Como con todo tema sanitario existe una campaña, noticias de alarma e incluso una fecha para que lo recuerden en sus calendarios, y como todo tema sanitario existen numerosas causas, como la genética, la falta de educación nutricional y los patrones dietéticos, pero en esta entrada abordaremos el acceso a la actividad física.
Para mantenernos sanos, los humanos requerimos de al menos 150 minutos de actividad aeróbica moderada por semana y para perder peso y mantener un peso adecuado requerimos al menos 300 minutos. La inactividad física impacta en el estado general de salud y en la longevidad.
La forma más barata que los ciudadanos tenemos para realizar actividad física es caminar. Es gratis. No requiere membresías, ni equipo especial más que un par de zapatillas, pero la ciudad de David en Chiriquí no es el centro urbano más amigable con los peatones. Incluso, pareciera desde mi perspectiva foránea, que las autoridades de elección jamás han caminado por las vías públicas, porque ciertamente es un tema que afecta a muchísimos votantes.
Como senderista urbano he encontrado corregimientos con fabulosas aceras como Montilla y San Carlos, y otras de terror como en David centro. Las aceras no son uniformes, ni están bien mantenidas o son de fácil acceso para peatones con discapacidad, y constituyen un comodín por el que compiten el comercio informal e incluso los propios vehículos.
El concepto de senderismo urbano es un invento mío, así como he bautizado a mis perros callejeros adoptados como "razas urbanas mixtas" para que tenga una resonancia elegante. Camino desde que soy estudiante y por falta de dinero no quedaba otra que salir a caminar. He tenido muchas experiencias caminando. He caminado hasta el agotamiento, dejando mi mente en blanco en una forma de meditación extrema. He caminado muy enojado logrando ordenar mis ideas y emociones. Recientemente he tenido que caminar por motivos de salud porque, a pesar de tanto caminar, mi trabajo es predominantemente sentado por lo que llevo una vida sedentaria.
Camino al ritmo de mi lista de reproducción favorita, tomo fotos y en esta maravillosa provincia encuentro lugares dignos de una postal: carreteras iluminadas por la luz del alba donde algún gavilán reposa en ausencia de carros en San Carlos, hermosos cerros de San Pablo Viejo Arriba donde el ganado es el único que goza de esos paisajes, los ríos caudalosos de Guacá que atraviesan macizos rocosos. Hay numerosas calles que se conectan con otras permitiendo hacer circuitos ambiciososo. Mi última vuelta fue de 40 kilómetros y, aunque no soy creyente, casi sentí escuchar un susurro al oído estando solo en medio de la naturaleza. Fue algo bastante espiritual en medio de mi nihilismo existencial.
Si la necesidad de las autoridades y organismos es mejorar el estado general de salud de la población, bien podría invertirse en las aceras y promover campañas de ejercicio aerobio en éstas. Si más ciudadanos realizaran senderismo urbano, cumpliendo con su requerimiento de ejercicio aeróbico, quizás podríamos empezar a solucionar el problema del sobrepeso y obesidad, así como las enfermedades asociadas a ésta.
Competir con las comidas procesadas será material de la educación nutricional de cada uno de los ciudadanos y esto será lo que por mejorar la competitividad cambie la propia naturaleza de la comida chatarra. Nada se puede hacer con la genética, pero cabe mencionar que mucha de la expresión de los genes puede ser modulada por hábitos saludables.
El ejercicio es una necesidad de los humanos, así como comer micronutrientes provenientes de las frutas y los vegetales, dormir al menos seis horas todas las noches, manejar el estrés y exponerse a la luz solar. Las numerosas series televisivas y películas espaciales nos tienen creyendo que todo puede provenir de una píldora, lo que es falso. De por si, el ejercicio es un factor protector contra las siguientes enfermedades:
Infarto cardíaco,
Derrame cerebral,
Hipertensión arterial,
Diabetes mellitus,
Sobrepeso y obesidad,
Osteoporosis,
Depresión,
Demencia y
Cánceres de colon y mama.
Si usted es ciudadano, haga uso de las vías públicas para conocer bien su entorno y con qué realidades convive sin saberlo. Es posible que encuentre males que aquejan a su comunidad y de los que no saben su origen. También es posible que queme muchas calorías y encuentre paisajes hermosos de los que nadie sabe nada.